Lo conocí ya sin alas,
imaginó que volaba,
¿sin una mujer tan buena
cómo quería volar?
Su muy masculina cara
redirigió su mirada
cuando miró hacia mis ojos
para apartarlos tan fugaz.
Aquel hombre era poesía,
y nunca imaginaría
que de una mujer tan rara
¡de mí!, se fuera a enamorar.
Era hermoso su cabello,
y no enamorada de ello
ni me quise acercar a él
mas no lo quise ni tocar.
En él pensaba cada una
de cada noche en penumbra
cuando en vela me quedaba
por mi sentimiento de amar.
En su grave voz me fijé,
sus ásperos labios miré,
paso a paso yo me acerqué,
y sin coraje… lo fui a besar.
Su cuerpo de hombre pegado a
mis suavidades de mujer,
su corazón latiendo mal,
su mano en mi espalda tal vez.
Las manos bajaban y yo
las aparté con rigidez,
mientras el beso continuaba,
sin más más y más me acerqué.
Toda mi sensibilidad
era algo gustoso para él,
pegados me acerqué aún más,
parecíamos de una piel.
Se aparto y se volvió a pegar,
sentí una atracción muy sexual,
y nunca aposté por su amar:
sexo de amor y de placer.
Siempre creí en la pureza
y en el amor no terrenal,
empecé a apostar por su amor
y en mi cadera de mujer.
*Su amor ya no sexual.
José Daniel Martínez es un músico, escritor y modelo murciano, además de profesor de Literatura y teórico en Lingüística. Nació en Alcantarilla, Murcia en 1996 y desde muy joven mostró su interés por la música. A los 14 años empezó a tocar la guitarra y a cantar en bandas de rock.