Ofrecen amor
pero dan sexo,
dejaron de tener
nobles pensamientos.
¿Quieres amar?
te incitan al deseo,
valoran lo corporal
por encima de sentimientos.
Hombres, mujeres, da igual,
todos en el mismo tiesto,
incitando a no amar
y a usar personas según momentos.
Exceden su libertad
usándola para el sufrimiento,
como es a largo plazo les da igual,
¿no dije que viven el momento?
Tienen de ídolos a personas
que luchan por sexo o dinero.
Idealizan a un ser mediático
por el hecho de ser sincero.
Si ven que tienes seguidores
se arriman como garrapatas
para ver si logran tus logros
o para apoyar un número,
no una buena causa.
Desconocen el peligro sexual:
convertirte en indecente, inmoral,
usar a otra persona
como si fuese objeto material.
Desconocen que el amor no paga,
piensan por *intereses,
si ríen contigo se casan,
pero si no estás te sustituyen,
¿que eras único pensabas?
Les das igual tú,
tu persona y tus tristezas,
les doy igual yo,
mis historias, ¿qué te piensas?
No está bien su actitud,
pero les da igual porque…
no hay consecuencias,
y encima si te quejas
eres persona poco cuerda.
Creen que la buena educación
es lo que les enseñaron en la escuela:
leer, saber escuchar y no mandar a la mierda.
Mas en su educación no respetan.
No respetan y sin pulcritud
apuestan a ver con cuantas se acuestan,
¡eso no es educación señor!
Y ahora señoras también muy sueltas.
Eso es el marco general
de la sociedad
que ahora nos depreda,
pero luego también está
el de sus depravadas parejas:
Están los que se prometen amor
para siempre, y ni a un día llega
cuando una de las dos partes sabe
que iba a dejar a su pareja.
Luego los que se comprometen
y engañan y nadie se entera,
esos son las «mejores personas»,
no dañan a nadie, mienten sin pena.
Los más dichosos son los que casan
cuando sucede sin engaños ni tretas,
mas suelen suceder traiciones,
y por medio hijos y secuelas.
Finalmente están los que no engañan,
aunque siempre alguno se cuela,
pero… ¿a qué consideramos engaño? espera…
resulta que engañar, ahora es besar a otra
o **«tirársela» o «tocarle las tetas».
Existen más tipos de engaño,
¡sin que haya otra siquiera!
Pueden traicionarte en un año
sin antes haberte engañado en décadas.
Luego están los peores
pero hacen como si religiosos fueran,
se exigen valores
que no tienen valor:
ser para Dios el mejor
(da igual si tienen que romperte las muelas).
Existen los religiosos buenos,
pero estos siempre los superan,
creen hacer todo bien,
aunque exteriormente se arrepientan.
Se identifican fácilmente,
si te arruinaran la vida… no se disculpan
pero se confiesan.
(Y si alguna vez piden perdón
no lo hacen por las buenas).
Hablan del «yo» egoísta,
se preocupan por ellos,
algunos se autojuzgan
como si Dios fueran.
Se creen que por juzgarse
van a cambiar sus malezas.
¡Si ellos no se las ven!
¿Pretendes que los cambie la Iglesia?
¿Que no juzgue me dices?
Juzgar puede no perjudicar
si no hablas de personas concretas
sino de actos a mejorar.
Por las anteriores razones dadas
no pidas que salir a la calle quiera,
no me digas que saliendo los cambias,
y deja que al menos les publique un poema.
*Intereses: Hacer reír puede ser un interés (si se puede llenar tu vacío con otra persona que hace reír como tú, es decir, que cumple tu misma función o trabajo). | **.Tirársela – tocarle las tetas: Expresiones muy usadas en la sociedad actual.
José Daniel Martínez es un músico, escritor y modelo murciano, además de profesor de Literatura y teórico en Lingüística. Nació en Alcantarilla, Murcia en 1996 y desde muy joven mostró su interés por la música. A los 14 años empezó a tocar la guitarra y a cantar en bandas de rock.