La importancia de darse cuenta y del Cola Cao y a dormir

Darse cuenta de cada imperfección de su piel

que uniendo poro a poro cumple lisa perfección,

¿no lo ves?

Darse cuenta de sus ojos que vienen y van,

primero hacia un lado y luego hacia mí,

¿notas su tiritar?

Darse cuenta de sus intenciones sempiternas,

de una vida entera juntos,

¿deseo que sean eternas?

Darse cuenta de que no deja olor a jazmín,

que el olor procede de la imaginación,

¿de que soy un poco tontín?


Darse cuenta de que sus pestañas

protegen tiernamente a unos pacíficos ojos,

tan pacíficos que la vista se empaña.

Darse cuenta de que giran para *volverme,

dirigiéndome su más sincera mirada

o simplemente para complacerme.


Darse cuenta de que es extremadamente bella,

de que puedo valorarla y que valoré entenderla,

de que no necesita a nadie pero conmigo destella.

Darse cuenta de lo que nos queremos dar cuenta,

darse cuenta de lo que nos queremos… dar cuenta,

darse cuenta de lo que nos queremos… a secas,

de que somos dos personas mirándonos fijamente

intentando descubrir vidas inciertas.


Darse cuenta de que tú descubres mi vida

mientras yo descubro la tuya a tientas,

sin saber qué pasará, con simpatía,

confiando en tus palabras ciertas.


Darse cuenta de una cosa, de la otra,

de que una era muy utópica,

que otra estaba rota,

de que vale más un roto que un descosido

y que una vez casi que me cosí a tu boca.


Darse cuenta de que los rotos no eran rotos,

estaban cosidos a ropa,

cuerpo con cuerpo en abrazo,

y separados cuando toca.


Darse cuenta de que estamos enamorados

que, al fin y al cabo,

es lo que importa.

Darse cuenta de que hay estar en casa

antes de las doce o las diez,

de que hay que tomarse

el Cola Cao y dormir

y estar al lado de ella

si puede ser.


Darse cuenta de que no me acabé un libro

desde que me centré en su vida loca,

ese libro que cuenta una historia,

la de nosotros juntos:

que comienza con un «somos»

y termina con… termina con…

termina con…

sin rima….

la verdad es…

que nunca termina.

*Volverme; volver a verme.

 Poemas
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Autor: José Daniel Martínez

José Daniel Martínez es un músico, escritor y modelo murciano, además de profesor de Literatura y teórico en Lingüística. Nació en Alcantarilla, Murcia en 1996 y desde muy joven mostró su interés por la música. A los 14 años empezó a tocar la guitarra y a cantar en bandas de rock.

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