A veces pienso en patatas

En el preciso momento en el que mi mirada

se dirigía hacia la tuya

intenté descifrar en tus pensamientos,

en si imaginabas mi futura ausencia.

Descifrando y descifrando conseguí descifrar tu imaginar,

estabas imaginando en qué pensaba mi pensar.

Mi pensar imaginaba a una bolsa de patatas

y en cómo se habrían frito,

si con mucha o poca sal.

Te sorprendiste al averiguar mi pensamiento,

pues esperabas poesía inaudita,

que te sorprendiera y te hiciera volar.

¡Ay!, qué mala ilusa me pudieras estar siendo

si en una hermosa patata frita

no supieras a la poesía apreciar.
Una patata muy cocida está quemada por dentro

de tantas penas que le dieron al cocinero en su cocinar,

mas una patata frita alegre está por fuera perdiendo el verde

y madura gracias a quien cocina que lo hace con gran amar.

Hay amor que es como una patata,

si se cuece mucho se quema,

si se frie de más se cocina,

pero es una patata verde

que si se cuida

no se pudre nunca,

pues la digestión

la agradece.