El aire de la primavera lleva una carga sexual,
la pasión desatada sin mesura está en el aire,
es el mismo aire que los pulmones purifican
para que toda la carga se descargue en amor,
convirtiendo así la atracción en amor prestival.
La fase primaveral sucede veces por año,
aunque nadie la nombre, la pasión sigue estando.
El deseo se focaliza en algo concreto y abstracto,
deseo concretas risas, deseo abstractos pactos,
risas del cargado aire pasional, pactos de amor intacto.
La inmesurada pasión debe contenerse para amar,
pues no vale una risa cualquiera, solo la primavera,
todo para que así sea la primavera y la última.
La felicidad duradera viene de la espera,
de la calma del mar ante tanta marea,
del calor solar aguantado hasta el frío,
pero sin olvidar, que es amor contenido.
Cuando el mar aguante el calor
y las olas se evaporen al azul,
entonces el viento moverá vapor,
lo hará dispersarse por el cielo
y pasión y amor irán de la mano,
ya no importará el azul ni el cielo,
solo las entrelazadas manos.
José Daniel Martínez es un músico, escritor y modelo murciano, además de profesor de Literatura y teórico en Lingüística. Nació en Alcantarilla, Murcia en 1996 y desde muy joven mostró su interés por la música. A los 14 años empezó a tocar la guitarra y a cantar en bandas de rock.