Ya tienes tu condena

Si eres de las personas que necesita tomarse un tiempo,

de las que con el alma de otro juega a cuestas

y no le importa hacer sufrir si te sigue queriendo,

si ves en un igual la posibilidad de tu superioridad

y cuando te abren el corazón solo piensas

en esta diferenciación gradual,

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si juegas al quiero y no puedo

cuando sabías que no podías,

si prometes lo que no puedes,

si te alegras de lo que ya sabías,

de que te siga otra persona mas

en el amor cuando tu no la seguías

pero día a día *se lo prometías,

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si cuando duermes no tienes remordimientos,

si le hiciste sufrir a alguien

y ni si quiera lo sabe el viento,

si jugaste y en el fondo lo sabes

pero quieres hacerlo incierto,

si no tomas responsabilidad en tus hechos…

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Si esto sucede,

tienes tu castigo

causado por tu propia alma,

un corazón de mierda

que diarrea es lo que desangra.

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Y no te mereces versos,

esos que hacen mis amigos,

ni mis amigas,

pues son de esas personas

que se convirtieron poetas

por evitar tu dolor, ¡qué vida!

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Veo en cada nuevo poema de amor

un desengaño provocado con maldad,

por personas nefastas y negativas

que prometieron lo que ni querían alcanzar,

que jugaron con gente con alma

porque sabían que un perro fiel siempre está,

y que el único discernimiento que tuvieron

fue el de poderse escudar:

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Defender con palabras

más de lo que lo hacen los poetas,

y todas perdieron el habla

cuando sabían que no había defensa

y que la traición se notaba de lejos…

y que quien traiciona… no rinde cuentas.

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Así que, almas traicioneras,

con forma de mujer, o de hombre,

o de lo que sea,

dejad de engañar a mis amigos.

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No es un consejo, es una advertencia,

pues si no sois de la fidelidad capaces

os degradaréis en vuestra propia mierda.

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Dejad  de engañar a mis amigos,

no se merecen semejantes tretas.

*Se lo prometías: le prometías seguirla en el amor.