Si viajas al mismo sitio
no podrás decir que has viajado,
si te trasladas pero te quedas
las ideas en mismo lugar,
el viaje ni habrá empezado.
El avión sí viaja, despega,
y sobrevuela la luna
en una falsa ilusión.
Aún no es noche
y no ve estrellas el avión,
ve ilusiones
muertas, vespertinas, y ¿a medio sol?
No, simplemente a la luna que
se compadece de la viajera,
tanto se compadece que a la una
se ilumina mostrando recuerdos,
la que viaja ahora se arrepiente,
se enciende en internos lamentos,
pero la luna le promete
que el sol la amanecerá. «Vuelvo»,
es lo que dice el sol.
«Vuelvo y para ti me quedo».
Una misma persona,
en un lugar distinto,
no cambia de parecer,
va pensando lo mismo,
va y vuelve a volver,
bueno, y no va porque
va sobre el mismo sitio.
Todos pisamos la misma Tierra,
y nadamos los mares mismos,
al cruzar miramos a la izquierda,
y ya cruzados no volvemos,
pero el recuerdo, que si vuelve,
nos lleva otra vez al sitio,
unas veces mentalmente,
otras, a espacio físico.
Esta Tierra está llena de contacto,
carne con zapatos y pies con piedras,
la prudencia al amar busca su tacto,
mano con mano y caricias bellas.
Vuelve la viajera, añoraba su tierra,
mas nunca dejó de estar en la suya Tierra,
Tierra sin tacto pero con recuerdo vivo,
tierra en contacto con recuerdo pasivo.
Pasivo y que no se pasa,
será porque no se ha ido,
si no se ha ido quien viaja,
menos, el recuerdo vivo.
José Daniel Martínez es un músico, escritor y modelo murciano, además de profesor de Literatura y teórico en Lingüística. Nació en Alcantarilla, Murcia en 1996 y desde muy joven mostró su interés por la música. A los 14 años empezó a tocar la guitarra y a cantar en bandas de rock.