Mira que añoro cosas
Mira que añoro cosas
que ahora lejos no tengo,
pero hay una que me pesa
cada día de hace tiempo:
Nunca fue sustituible
y ahora veo que lo pierdo:
es el abrazo de padre
y es el abrazo materno.
Y se pierden día a día
los que ocultan sentimientos,
quienes en tonta inconsciencia
lo desdeñan con desprecio,
pues no saben cuando acaba
este mundo y lo que es cierto
es que de uno a otro segundo
se pasa de vivo a muerto.
Por esto deja que abrace
a mis padres con aprecio
y que muestre algo de amor
a quienes por mí todo hicieron,
y más fuerte todavía,
es que tanto los querría
por enlace de la vida
aunque nada hubieran hecho.
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