Mala hora en que la flecha
vino a caer espesa,
pesada sobre mi espalda
rompiéndome hasta el corazón.
Mala hora y mal fortuna
cuando se clavó derecha,
haciéndome en vida mártir
ofreciéndome rendición.
Mal deseo reprimido,
el sufrir de sus latidos
comprimidos con los míos
en inventado acto de amor.
Mal caminar escondido,
senda oscura de la muerte,
miré hacia atrás al caminar,
y me encontré postrero ardor.1
Mal los árboles muriendo
conforme el ardor vas y apagas,
mal los cantos de paloma
de una paz desencontrada.
Prendas de amor mal halladas,
promesas funestas, llagas,
guerra de dos sin espadas,
luchando vas desarmada.
Propuestas de guerra mala,
ojos claros me engañaban,
cuello blanquecino cala
como la flecha clavada.
Herida, dolor furtivo,
me tienes en alaridos,
en sueños deconcertado,
desde entonces no he dormido.
Tan grave es mi dolor que osas
despertarme en conticinio,
cuando la luz es más pura
en una noche que esquivo.
Ay, mala fortuna, ¿qué haces?
Juegas siempre a media noche
con flecha, sin floritura,
noche entera… me derribo.
1. Postrera suerte: Al mirar el camino andado (tiempo anterior), el poeta siente que su pasado fue mejor, quizá por su vivencia amorosa con la amada.
Aparecen claras referencias a la poesía de Garcilaso (naturaleza vinculada al sentir del poeta, prendas de amor…).
José Daniel Martínez es un músico, escritor y modelo murciano, además de profesor de Literatura y teórico en Lingüística. Nació en Alcantarilla, Murcia en 1996 y desde muy joven mostró su interés por la música. A los 14 años empezó a tocar la guitarra y a cantar en bandas de rock.